La unción de los enfermos
es un sacramento que da la Iglesia para atraer la salud al alma, espíritu y
cuerpo al cristiano en estado de enfermedad grave o vejez. Este sacramento es
un sacramento de “vivos”, por lo tanto, incrementa la gracia santificante en el
enfermo es decir, por la gracia sacramental, es posible que el enfermo obtenga
la curación, si es conveniente, la salud corporal. La asistencia del Espíritu Santo
tiene como objeto conducir al enfermo hacia la curación del alma, pero si es la
voluntad de Dios, también puede recuperar la salud. (Cfr. Catec. n. 1520). Por
ello es conveniente no esperar hasta el último momento para la administración
de este sacramento, los sacramentos no tienen como fin hacer milagros, al dejar
hasta el final este sacramento, se podría estar poniendo obstáculos para su
eficacia.
Como en todos los
sacramentos, la Unción de los enfermos se celebra de forma litúrgica y
comunitaria (cf SC
27), que tiene lugar en familia, en el hospital o en la iglesia, para un solo
enfermo o para un grupo de enfermos, esta gracia es un don del Espíritu Santo
que nos lleva a renovar la confianza y la fe en Dios y fortalece al alma para
que sea capaz de vencer las tentaciones de desaliento, y de angustia,
especialmente. (Catec. n. 1520).. Es muy conveniente que se celebre dentro de
la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor, la unción de los enfermos puede
obtenernos el perdón de los pecados veniales y la remisión de las penas del
purgatorio, pues son obstáculos que impiden la entrada al cielo. Este efecto
depende de la debida disposición que tenga el sujeto que lo recibe, se necesita
un verdadero dolor de corazón, en otras palabras, estar totalmente
arrepentidos. Normalmente, este sacramento va acompañado de indulgencia
plenaria, la cual perdona la pena temporal. No fue instituido para
perdonar los pecados graves, para esto está el Sacramento de la Reconciliación.
Pero, en caso de que la persona no se pueda confesar y este completamente
arrepentida, la unción perdona los pecados mortales. Esto fue declarado en el
Concilio de Trento, además de estar insinuado en el texto de Santiago ya
mencionado.
Aquí mostramos una linda canción para la celebración unción de
los enfermos: