Adviento es el tiempo de preparación para la solemnidad de la Navidad, en la que conmemoramos la primera venida del Hijo de Dios a los hombres. Pero es también el tiempo en el que nos abrimos a la segunda venida de Cristo al fin de los tiempos. Al celebrar anualmente la liturgia del Adviento, la Iglesia actualiza esta “espera” del Mesías.
No se entona el canto de gloria en este tiempo litúrgico.
Aquí de mostramos algunos lindos cantos para este tiempo litúrgico:
Tiempo Ordinario (también "Tiempo entre el año", o "Tiempo durante el año") es aquella parte del año litúrgico cristiano distinto de los llamados Tiempos fuertes: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua. Aquí de mostramos algunos lindos cantos para este tiempo litúrgico: CANTO DE ENTRADA
Pentecostés (“cincuenta días” en griego) se celebra 50 días después de la Pascua. Ese día, el Señor envía el Espíritu Santo sobre los apóstoles. Reavivados por esta “fuerza” que Jesús les había prometido antes de la Ascensión, se vuelven valientes testimonios de Cristo. Este episodio, relatado en los Hechos de los Apóstoles (Hch, 2) marca el nacimiento de la Iglesia universal y misionera.
Aquí de mostramos algunos lindos cantos de Pentecostes: CANTO DE ENTRADA
CANTO DE PIEDAD
CANTO DE GLORIA
CANTO DE SECUENCIA DE PENTECOSTES: Este canto solamente es si es solicitado y debe de ser acorde al texto que se presenta en el misal.
CANTO DE ALELUYA
CANTO DE OFERTORIO
CANTO DE SANTO
CANTO DE CORDERO
CANTO DE COMUNIÓN: Este canto es solo para este día.
CANTO DE SALIDA: Este canto es solo para este día.
La Pascua es la cumbre de las celebraciones de nuestra fe cristiana y el fundamento de nuestra esperanza. La victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte son la razón más honda de la gratitud y el gozo de los creyentes. Su victoria es la nuestra, porque vive en medio nuestro y anima nuestro empeño de liberación, de vida, de superación del mal, de la miseria y de la violencia. El canto del Aleluya, que no hemos cantado durante la Cuaresma, rebrota en la vigilia de Pascua y expresa ese sentido y ese gozo que se prolongan en la octava de la misma Pascua y en todo el tiempo pascual, pasando por la fiesta de la Ascensión del Señor, hasta la fiesta de Pentecostés. Esos 50 días son, como nos dice la Iglesia, como un solo día de fiesta. Durante todo el tiempo pascual se deberían cantar cantos de resurrección, también en la Ascensión y la venida del Espíritu Santo, que no son fiestas separadas. Estas dos últimas también deberían agregar cantos propios, sobre todo cantos al Espíritu Santo.
Aquí de mostramos algunos lindos cantos de Pascua: CANTO DE ENTRADA
La cuaresma es el tiempo litúrgico de la preparación espiritual de la fiesta de Pascua. Es un tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados, este tiempo dura 40 días y con ello recordamos los cuarenta años que el pueblo de Israel pasó en el desierto mientras se encaminaba a la tierra prometida con todo lo que implicó fatiga, lucha, hambre, sed y cansancio... pero al fin el pueblo elegido gozó de esa tierra maravillosa, que destilaba miel y frutos suculentos (Éxodo 16 y siguientes).
Es importante que también veamos el ejemplo de Cristo pues antes de comenzar su misión salvadora se retira al desierto cuarenta días y cuarenta noches donde vivió su propia cuaresma, orando a su padre, ayunando.
Cuaresma ha sido, es y será favorable para nuestra conversión con una buena confesión.
Este tiempo litúrgico comienza con el miércoles de ceniza y para los corros parroquiales es importante saber algunas cosas:
1. No cantamos Aleluya por que ese canto es la expresión del gozo de la resurrección se reserva hasta la noche de Pascua, en su lugar debemos cantar Honor y Gloria.
Aquí mostramos un ejemplo:
2. El Gloria tampoco se reza ni se canta en todo este tiempo litúrgico excepto en la misa de jueves Santo.
3. Tiempo de meditación para estar atentos a la Palabra que nos ayude a reflexionar, esto implica que los cantos debe favorecer a esta atmósfera y por lo tanto debemos ser más discretos en la música que acompaña los cantos, esto quiere decir que no debe usarse instrumentos como guitarras eléctricas, baterías , muchos instrumentos, etc.
Aquí de mostramos algunos lindos cantos de este tiempo litúrgico:
La unción de los enfermos
es un sacramento que da la Iglesia para atraer la salud al alma, espíritu y
cuerpo al cristiano en estado de enfermedad grave o vejez. Este sacramento es
un sacramento de “vivos”, por lo tanto, incrementa la gracia santificante en el
enfermo es decir, por la gracia sacramental, es posible que el enfermo obtenga
la curación, si es conveniente, la salud corporal. La asistencia del Espíritu Santo
tiene como objeto conducir al enfermo hacia la curación del alma, pero si es la
voluntad de Dios, también puede recuperar la salud. (Cfr. Catec. n. 1520). Por
ello es conveniente no esperar hasta el último momento para la administración
de este sacramento, los sacramentos no tienen como fin hacer milagros, al dejar
hasta el final este sacramento, se podría estar poniendo obstáculos para su
eficacia.
Como en todos los
sacramentos, la Unción de los enfermos se celebra de forma litúrgica y
comunitaria (cf SC
27), que tiene lugar en familia, en el hospital o en la iglesia, para un solo
enfermo o para un grupo de enfermos, esta gracia es un don del Espíritu Santo
que nos lleva a renovar la confianza y la fe en Dios y fortalece al alma para
que sea capaz de vencer las tentaciones de desaliento, y de angustia,
especialmente. (Catec. n. 1520).. Es muy conveniente que se celebre dentro de
la Eucaristía, memorial de la Pascua del Señor, la unción de los enfermos puede
obtenernos el perdón de los pecados veniales y la remisión de las penas del
purgatorio, pues son obstáculos que impiden la entrada al cielo. Este efecto
depende de la debida disposición que tenga el sujeto que lo recibe, se necesita
un verdadero dolor de corazón, en otras palabras, estar totalmente
arrepentidos. Normalmente, este sacramento va acompañado de indulgencia
plenaria, la cual perdona la pena temporal. No fue instituido para
perdonar los pecados graves, para esto está el Sacramento de la Reconciliación.
Pero, en caso de que la persona no se pueda confesar y este completamente
arrepentida, la unción perdona los pecados mortales. Esto fue declarado en el
Concilio de Trento, además de estar insinuado en el texto de Santiago ya
mencionado.
Aquí mostramos una linda canción para la celebración unción de
los enfermos: